6/5/16

La supernada… publicitaria

Se muestra hoy muy enfadado el editorialista de El País —hoy no hay editorial contra Venezuela— por la pretensión de algunos —que, en todo caso, representarán una minoría muy minoritaria— de abaratar la campaña electoral, incluso de suprimirla. Por lo visto, esto no es democrático. Supongo que el diario no desconocerá que las campañas electorales son, esencialmente, propaganda, pero más en la que se nos viene encima teniendo en cuenta que los electores ya fuimos informados sobre programas (¿?) y caretos electorales hace seis meses. ¿Por qué no está de acuerdo el diario con que no hubiera campaña, aparte del socorrido argumento de lo no democrático? Me parece que respiran por la herida, que no es otra que la de perder ingresos por publicidad, ellos, el periódico, y sus numerosos terminales. ¡Ah, la publicidad, el verdadero negocio de los medios!

P. S. El título de este comentario me lo ha sugerido el de un excelente libro que leí hace muchísimos años: La supernada (Lamberto Pignotti), sobre "poder y miseria de la retórica publicitaria". Por cierto, no se moleste en buscarlo en librerías: está descatalogado.

5/5/16

De los libros

[VII]

(Mi homenaje particular a Cervantes)

En la actual lectura del Persiles, una maravilla —399 años de su publicación—, me encuentro —II, 15— con el siguiente paraíso:

«Descubrimos luego una selva de árboles de diferentes géneros, tan hermosos, que nos suspendieron las almas y alegraron los sentidos; de algunos pendían ramos de rubíes, que parecían guindas, o guindas que parecían granos de rubíes; de otros pendían camuesas, cuyas mejillas, la una era de rosa, la otra de finísimo topacio; en aquél se mostraban las peras, cuyo olor era de ámbar y cuyo color de los que forma en el cielo cuando el sol se traspone. En resolución, todas las frutas de quien tenemos noticia estaban allí en su sazón, sin que las diferencias del año las estorbasen: todo allí era primavera, todo verano, todo estío sin pesadumbre, y todo otoño agradable, con estremo increíble.
         Satisfacía a todos nuestros cinco sentidos lo que mirábamos: a los ojos, con la belleza y la hermosura; a los oídos, con el ruido manso de las fuentes y arroyos, y con el son de los infinitos pajarillos, que con no aprendidas voces formado, los cuales, saltando de árbol en árbol y de rama en rama, parecía que en aquel distrito tenían cautiva su libertad y que no querían ni acertaban a cobrarla; al olfato, con el olor que de sí despedían las yerbas, las flores y los frutos; al gusto, con la prueba que hicimos de la suavidad dellos; al tacto, con tenerlos en las manos, con que nos parecía tener en ellas las perlas del Sur, los diamantes de las Indias y el oro del Tíbar».


Me recuerda al discurso de las bellotas (Quijote, I,11): "Dichosa edad y siglos dichosos aquellos…"

1/5/16

¿Otra campaña, para qué?

Viene hoy un editorial, que no he leído, de El País, al menos en la edición digital, con el siguiente título: «La campaña es clave» y, subtítulo,: "Contra lo que algunos creen, junio no es la segunda vuelta de diciembre". Pues uno creería que en la anterior campaña ya quedó todo el pescado vendido: los partidos ya presentaron a los candidatos y presentaron también los programas e hicieron las promesas, así como que ya se informó al electorado de todo lo que había que informar. ¿Quedaron entonces cosas por hacer? ¿Algo nuevo de lo que informar, suponiendo, que ya es suponer, que en una campaña electoral es lo que se pretende? Pues, a tenor de que se va a llevar a cabo otra campaña —y no hablemos de la precampaña, que en esta seguro que ya nos han metido—, parece ser que sí. Aunque no se me ocurre qué puede ser ello. Lo que sospecho es que se podían —nos podían— haber ahorrado otra campaña —tan preocupados como parecen por hacerla más austera—, haber pasado directamente a las elecciones, si no fuera porque de lo que se trata real y fundamentalmente es de exprimir más si cabe, si es que ya no se hizo suficientemente, el limón de la propaganda. Otra vuelta de tuerca más a ver si cae algún escaño más para el partido.