29/12/15

Santos y santas

Me decía una niña (siete años) que se llama Julia —ficticio—: "Hoy es san Julio, es mi santo". Yo le repliqué que no, que su santo sería el día de santa Julia, cuando tocase. Después pensé que la niña podría tener razón, al igual que el santo de las Josefas, Pepas, Pepitas es el día de san José. O de las Juanas, el día de san Juan. Pero entonces, ¿a los/las feministas de pro no les parecerá que en esto hay machismo?

28/12/15

"Aceras peligrosas"

Revista de prensa

Es el título de una breve y muy interesante carta de una lectora que publica hoy El País. Esto va bien: creo que cada vez somos más los que nos rebelamos contra la peste del ciclismo de acera. La copio íntegra.

«Niños, o lo que caiga, atropellados en las aceras por vehículos a motor: motos, bicicletas eléctricas. También bicis clásicas y monopatines. ¿Por qué hay que caminar mirando qué vehículo sortear para no acabar en el hospital? ¿Hay que llevar a los niños amarrados por las aceras? ¿No deberían ser las aceras sólo para los peatones? Caminar es lo menos contaminante, ¿por qué ya no tiene protección?— María Jesús Sánchez Carrasco. Madrid.»

19/12/15

Lotería y elecciones

A modo de reflexión

Largas colas para comprar lotería en determinadas administraciones; búsqueda de números que terminen en x; compra del décimo allí a donde llegamos en un viaje, no vaya a ser que toque; por la misma razón, compra en el bar o tienda que frecuentamos o por cuya puerta pasamos a diario; rechazo del número feo o búsqueda del bonito… y tantísimas sandeces y supersticiones sobre el asunto en cuestión. Y uno se pregunta si un país que, si no mayoritariamente sí en gran parte, participa con más o menos convicción en las supercherías de la lotería puede elegir razonablemente al mejor gobierno de la nación. Lo dudo.

17/12/15

Mi muro (XI)

16/12/15

Motos y votos

Pues no entiendo la ironía del video pepero sobre los moteros. ¿De verdad piensan que éstos, colectivamente, en mayoría, no les votan y que tienen que intentar captar su voto? ¡Ja! ¡Brrrooommm! ¡Brrrooommm! El ruido es de derechas.

14/12/15

Miscelánea (10)

La desfachatez de los populares es inmensa: reivindican a Suárez como una especie de antecesor del partido. ¿Pero el Pp no es el nombre cambiado de Ap?

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Rajoy machaca con que para gobernar hay que tener experiencia porque es una tarea difícil. No se para en contradicciones: ¿qué experiencia tenía Suárez —a quien reivindican— cuando fue nombrado presidente del gobierno? ¿la experiencia de secretario general del movimiento?

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Abdicó el rey y todos vieron ventajas en ello, desde el abdicador al abdicatario, pasando por el presidente del gobierno y los conformes medios de comunicación. La principal ventaja o argumento parecía ser el del relevo generacional. En cambio ahora viene Rajoy y nos presenta la experiencia como un gran activo, algo imprescindible para el gobierno; el "relevo generacional" en este caso, por lo visto, no cuenta. Ante el gregarismo, usan las palabras y los conceptos como les da la gana.

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Un oxímoron: un antisistema participa en un programa de televisión.

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"No os fiéis de quien asesora a gobiernos como el de Venezuela", González dixit. Pero tampoco de socialistas consejeros de Gases Naturales, añado.

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¡Maldito buen tiempo!

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Pasa el ratón por AQUÍ y tendrás comentario a ciclistas de acera.

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Reedición oportuna de un muro. AQUÍ.
                  
Otras misceláneas
(1), (2), (3), (4), (5), (6), (7), (8), (9)

13/12/15

De los libros

[VI]

De Los papeles póstumos del Club Pickwick, cap. XXXII, Charles Dickens

Ante el impago de una deuda, el deudor trata de justificarse:

«—Lo siento mucho, señora Raddle —dijo Bob Sawyer con toda la humildad imaginable—, pero, en realidad, es que hoy no he recibido lo que esperaba en el banco.
     Extraños sitios, esos bancos; todos los días, un sorprendente número de personas no reciben lo que esperaban en ellos».


El último párrafo se supone que es comentario del autor/editor de los papeles.

9/12/15

Mi muro (X)

6/12/15

¿Antiqueee...?

Oigo con frecuencia referirse a algún que otro partido calificándolo de "antisistema", a veces también de "radical". Y no lo entiendo, salvo que el calificativo no sea definitorio sino peyorativo, un intento de desprestigiar y estigmatizar a los así calificados. Porque ¿cómo va a ser antiSistema quien se pirra por aparecer en la televisión, que es, precisamente, un instrumento de dominio del Sistema, haciendo honor al dicho de que lo que no sale en la televisión no existe?

5/12/15

Festivos en el cole

El próximo lunes 7 de diciembre —al igual que ocurrió el 2 de noviembre y, muy probablemente, alguno más que no recuerde— no es lectivo en Alcorcón, y supongo que en toda la comunidad de Madrid. Ya me imagino que esto estará en algún convenio que lo regule, pero lo que sospecho es que lo que pretenden es compensar al profesorado de recortes de emolumentos con días festivos. Pero esta contribución a la obsesiva reducción del déficit a base de festivos causa problemas a los padres trabajadores que no saben qué hacer con los niños en esos días. Lo más socorrido suele ser dejarlos con los abuelos, aunque no todos pueden permitírselo. Una vez escribí en otra parte —medio en broma y medio en serio y temiendo darle pistas a Montoro— que los servicios que los abuelos prestan a los padres por el cuidado de los nietos deberían ser cuantificados en el PIB nacional. ¡Velay! ¿Qué sería de los padres de los niños sin los abuelos?

3/12/15

¡Pase!

Se dispone uno a cruzar un paso de cebra y un conductor le hace señas con la mano —a veces con un enérgico cabezazo— para que pase. Qué amable, se podría pensar, pero no: uno sospecha que es un gesto imperativo para así evitarse parar o reducir la velocidad, que es lo que tienen que hacer.

2/12/15

Revista de prensa

De El País del 30/11/15, el artículo de Julio Llamazares titulado Caminar:

«Coinciden desde hace tiempo en las librerías varios libros y reediciones de otros ya antiguos con una temática común: la relación entre caminar y pensar, entre pasear y reflexionar, ya sea libre o voluntariamente. El arte de pasear, Andar y pensar, El caminante, Elogio del caminar, son algunos de esos títulos que se refieren de modo explícito a una actividad que siempre ha formado parte de nuestras vidas pero en la que pocas veces pensamos como algo más que un ejercicio físico. Ya el profesor García Gual prestó atención hace tiempo en el suplemento literario de este periódico a esa moda editorial y ahora vuelve a hacer lo propio una revista digital, Altaïr, denotando que aquélla no solo no mengua, sino que aumenta, como vienen a denotar nuevos títulos.
     Ya el alemán Walter Benjamin inmortalizó la figura del flâneur baudeleriano, contrapunto urbano y moderno al excursionista o el caminante clásicos, propios del campo o de los espacios abiertos, que estaría más cerca de la figura del paseante tradicional, pero con un punto de distraimiento que le hace más novedoso. Caminar, en el contexto del mundo contemporáneo, podría suponer, al decir del francés David Le Breton, una forma de nostalgia o de resistencia, puesto que no deja de ser una pérdida de tiempo. Y perder el tiempo es un gran pecado, o cuando menos una equivocación, en esta sociedad de urgencias y de "disponibilidad absoluta para el trabajo o para los demás (convertida, con la aparición del teléfono móvil, en una caricatura)".
     De donde nace, por tanto, ese interés repentino de los españoles, y supongo que también de los europeos, por conocer las entrañas de una actividad a la que hasta ahora no se le había prestado mucha atención más allá de sus consideraciones médicas o deportivas. El descubrimiento de su valor filosófico, en tanto en cuanto el paso rítmico del caminante alienta su fantasía y su capacidad de ensimismamiento y de reflexión, por la gran cantidad de personas que sobreviven hoy en buena forma a su jubilación y que han hallado en las caminatas un nuevo modo de entretenimiento, podría ser una explicación, además de la mayor curiosidad de una sociedad cuyo nivel cultural ha ido en aumento, pero hay una segunda que a mí, caminante irredento y flâneur urbano, se me antoja también importante. Y es la necesidad que tenemos de interrogarnos mientras andamos, de separarnos de la corriente general, de transgredir normas que cada vez son más asfixiantes y que tienen que ver con el control completo de nuestras vidas por parte de ese Gran Hermano que hemos creado entre todos, voluntariamente o no. Caminar nos da libertad lo mismo que el pensamiento».

Estupenda actividad, en efecto, para practicar… con permiso de los ciclistas de acera.

1/12/15

Éxito asegurado

El Rey, a los sefardíes —con motivo de la ley que les permite obtener la nacionalidad española—: "¡Cuánto os hemos echado de menos!"
Ya puesto a decir sonsadas, remedando a su agusto señor padre podría haber añadido algo como: "Lo siento, nos equivocamos, no volverá a ocurrir". Dado el gregarismo de los medios y de sus consumidores, habría sido un gran éxito mediático.