28/4/13

"[...] por donde [...]"

"Yo voy por donde me sale de los huevos" ha sido esta mañana la respuesta de un ciclista de acera (también conocidos por: capullos ciclistas de acera) al que le he gritado: "¡Por la acera, no!", al rebasarme en la avenida de Lisboa.

8/4/13

Otra de ciclistas de acera

Hace unas horas he venido de la calle y he presenciado cómo un ciclista de acera ha estado a punto de atropellar a un peatón. Ha sido en una de las esquinas de Inspector Juan Antonio Bueno con Parque Bujaruelo. El ciclista circulaba por la acera, para más inri pegado a la fachada, y el peatón por su lado derecho. Al doblar éste la esquina no se ha chocado con el capullo ciclista de acera —en adelante, c. c. a.— por 2 segundos o puede que por 1. Por unos segundos —ya digo, 2 como máximo— el c. c. a. ha pasado por delante de las narices del peatón. Si éste se hubiera adelantado 2 segundos o el c. c. a. se hubiera retrasado lo mismo, atropello seguro. Un atropello ecológico, eso sí.

3/4/13

Cacas y bicis

Como un nubarrón obscuro y siniestro que amenaza con descargar, cada vez más cercano se cierne sobre las cabezas de los peatones el cambio del reglamento de la DEGETÉ que permitirá la circulación de bicicletas por las aceras. Eso sí: a consecuencia de la negociación con lobbys ciclistas será una circulación muy reglada y controlada y, sobre todo, confiada al sentido común de los ciclistas: que si a tal velocidad, que si en aceras de tal anchura. En fin problemas y molestias para el peatón, expulsado poco a poco de su territorio natural que es la acera. Uno de esos problemas será el siguiente:
Si usted, señor peatón, va andando por la acera, mucho cuidado con desviarse de la línea recta sin mirar antes hacia atrás para ver si viene alguna bicicleta. Si, ante la necesidad de desviarse para evitar un charco o una baldosa en mal estado o una cagada de perro, no mira antes, puesto que los peatones no solemos llevar espejos retrovisores ni tenemos ojos en el cogote, le podría atropellar un ciclista. Una concurrencia infame como se ve entre ciclistas de acera y amos de perros guarros. Lo de 'guarros' va por los amos: los perros no tienen obligaciones.
(De hecho, este atentado contra el peatón ya se da porque los ciclistas de acera ahora mismo circulan por ellas cuando les da la gana, con el consentimiento de la enrolladita autoridad, pero en adelante, si se perpetra el disparate con que amenaza la Degeté, lo podrán hacer amparados por la ley).