31/10/11

Viaje en autobús

Ayer domingo 30 hice un viaje en autobús de unas dos horas y cuarto. Durante el trayecto sonó continuamente por los altavoces del autobús la música. Parece que no hay manera de librarse prácticamente en ningún sitio de la música de fondo, que le llaman. Terminé de Nino Bravo, Perales, Janette, Cecilia... hasta las mismísimas. Pero, para más inri, por si no fuera suficiente con la música con la que las empresas de viajeros tienen a bien obsequiarnos, sin que se sepa muy bien quién lo ha pedido, una tipa en el asiento de detrás de mí —detrás mío* les ha dado ahora por decir— canturreaba las canciones que, ¡maldita sea, se las sabía todas! Un viaje duro, sin duda, y mira que los he hecho malos y más largos, con peliculita incluida, que no puedes evitar oir, de esas en las que dicen mucho: "¡mierda!", "el puto coche" —ahora parece que todo lo malo es "puto"—, "te amo" —¿ya nadie 'quiere'?—, "jugar al fútbol", y otras americanadas por el estilo.
             
* Al escribir yo ese 'detrás mío', que era lo que quería escribir para poner el error de manifiesto, el corrector lo ha cambiado por 'detrás de mí', lo cual a mi vez he tenido que cambiar por 'detrás mío'.

30/10/11

Que no se entere nuestro alcalde


(Viñeta del blog Ciudad ciclista reproducida con permiso de su autor)


¡Chiiisss...! Que no se entere don David de las intenciones de doña Ana B. de poner todo Madrid perdido de aceras-bici, como parece que ha dicho.
(Bueno, ella no lo habrá dicho así porque es muchísimo más señora que yo. Lo que habrá dicho es lo que se dijo por aquí cuando nos hicieron las aceras-bici con las que tuvieron a bien comenzar a hacernos la puñeta a los peatones —¡y viva la convivencia peatón-ciclista!—: algo como integración de la bicicleta entre los peatones, digo... en los medios de transporte).
Que no se entere, decía, don David P. o su concejal de Movimiento o Circulación o como se llame, quienes seguro que habrán "apostado" por la acera-bici, como cualquier concejal que esté al día: son capaces de tratar de imitar a la concejal madrileña, y ¿para qué querríamos más?

(Pincha en la imagen para ampliarla)

28/10/11

Los propagandistas, en el poder

Un familiar mío ha recibido una nueva tarjeta sanitaria de la comunidad de Madrid. La envía el consejero de la Sanidad con una carta firmada con estampilla, sin que diga el motivo de la "nueva" tarjeta. Suponemos que es el extravío de la antigua, pero el caso es que no lo dice, lo que da lugar a pensar que más que una carta propiamente dicha es una circular, preparada para cualquier ocasión en que se haga el envío de una tarjeta sea cual sea el motivo. Pero, más aun, no es una circular informando simplemente del envío sino que es una circular o panfleto publicitario en toda regla.
            En efecto, las dos primeras líneas, que son las que dan cuenta del envío, devienen publicidad en las otras 10 ó 12 restantes sin apenas transición, al estilo de esa publicidad televisiva que se está poniendo de moda, consistente en que el presentador de un programa, sin más aviso que un pequeño rótulo en una esquina de la pantalla que reza 'publicidad' —en la carta que comento, obviamente, no aparece— se convierte en anunciante.
            Así es. El consejero nos cuenta que el Sistema Sanitario Público de la Comunidad de Madrid (todas las mayúsculas son del consejero) tiene no-sé-cuantos-Centros-de-Salud (sic por las mayúsculas, otra vez) "en los que podrá encontrar atención médica y enfermera de máxima calidad", y no-se-cuantos-también-Hospitales-públicos (desisto de seguir poniendo sic por las mayúsculas), y que se gastan una pastizara gansa "para pagar el coste del Sistema Sanitario Público...". Y toda esta información ¿para qué?: para enviar una tarjeta. Además, juega con los conceptos y los números cuando asegura cuántos se han construído en los últimos años. No se sabe muy bien qué "últimos años", y, sobre todo no se sabe qué quiere decir exactamente 'construído': ¿proyectado? ¿acabado? ¿empezado? ¿inaugurado?...
            No tienen remedio: estos políticos propagandistas no saben hacer nada si no es tratando de sacar rendimiento electoral. ¿Por qué me recordará el consejero a nuestro alcalde, quien no conforme con anunciar a bombo y platillo que va a hacer lo que dice que va a hacer, que va limpiar no se qué, por ejemplo, lo sigue pregonando una vez hecho? ¿Será que al ser del mismo partido distribuyen a mansalva la 'aguirreína' y la 'perezina'?

P. S. Puestos a dar cifras sobre la sanidad, aquí van otras. Contudente titular en El País de ayer jueves: «Los hospitales madrileños perdieron 575 camas en 2010». Y destacado en el texto: «Al inaugurar seis hospitales Aguirre afirmó que eran "1.200 plazas más"». En este punto, nuestra inefable y dicharachera Presidente diría aquello de: "¿Pero usted se fía de lo que dice El País?", como ya ha espetado a los periodistas en alguna ocasión asumiendo el papel de interrogadora. ¡Qué des...parpajo el de esta señora!

27/10/11

Carta abierta a la Defensora del Ciudadano

Estimada señora:

La circulación de bicicletas por las aceras ha ido en aumento en los últimos meses. En efecto, resulta ya muy frecuente el que vaya uno andando y vea venir una bicicleta de frente —o no se percate de ello hasta que no le pasa a su lado rozándole la oreja—, unas veces más lenta —pero nunca a paso de peatón, porque es absurdo pensar que una bicicleta no vaya a superar la velocidad de un peatón— y otras veces a toda pastilla. O que lo rebase desde atrás: ¡¡¡ziuuu!!! O que al doblar una esquina se encuentre con alguna. O que le toquen el timbre: "a ver, insolente peatón", deben de pensar, "¿qué haces andando por la acera? Apártate para que pase yo". En fin, mil situaciones en las que hay que ir pendientes, atemorizados, de la circulación ciclista y todo por empeñarse el peatón en ir andando por la acera. La acera tiene que ser el sitio natural del peatón: reservado, exclusivo, inviolable y respetado sin excusa ninguna.

A la ocupación propiamente dicha de las aceras se han venido a añadir los problemas que a los peatones causan los mal llamados "carriles-bici" ("mal llamados" porque, en efecto, no son tales sino aceras-bici en tanto que están construidos en las aceras y no en la calzada: la diferencia es bien clara, y basta con pensar en lo que se llama, con exactitud en ese caso, carril-bus, integrado en la calzada, con semáforos y pasos de peatones que afectan a los autobuses en la misma forma que afectan al resto de vehículos), es decir que se ha venido a añadir la circulación por las aceras aunque sea por carril. Este tipo de "vías ciclistas" da lugar, entre otras agresiones al peatón, a: recortes en el ancho de las aceras; infames intersecciones entre la acera propiamente dicha —la parte que se ha librado para el peatón— y la acera-bici; división por mitades de los pasos de peatones: mitad para las bicis y la otra mitad para los peatones; etc.

Quizás, señora, llegada usted a este punto de la lectura, confundida por los tópicos al uso que haya podido leer u oír, pensará lo que alegan muchos: que lo que pasa es que los carriles no están bien hechos (¿?), una especie de defecto de forma, y que cuando se hagan bien y además los ciclistas circulen por la acera como es debido (¡¿?!) —pero es una contradicción en los términos: circular por la acera es hacer algo indebido—, pero aún así, si así fuera, ¡ah!, ¡entonces todo sería pura armonía entre peatones y ciclistas!, como, según aseguran gentes probablemente más viajadas que yo, ocurre en países más progresados que el nuestro y que tienen cultura de la bicicleta. Pues no, bájense de la bici quienes así piensen: no es una cuestión de que los carriles estén bien o mal hechos ni del buen o mal comportamiento de los ciclistas —que sí, que ya sé que el de algunos es el de auténticos tarados mentales—, sino de que los carriles, como aceras-bici, es decir, como vías ciclistas integradas en las aceras, o séase espacios arrebatados al peatón, son intrínsecamente perversos, injustamente perjudiciales sin remedio para él.

Los problemas causados a los peatones por la invasión de su espacio natural suelen ser negados como inexistentes, enredos de gentes intolerantes o cosas por el estilo, o, en el mejor de los casos, solucionables mediante un absurdo al que llaman 'convivencia entre ciclistas y peatones' —velocidad moderada (¿?) y respetando al peatón, vienen a decir—. Sí, muy bonito lo de la convivencia entre peatones y ciclistas en la acera. A los peatones nadie les pregunta, y si alguno, espontáneamente, se muestra disconforme, es que es un retrógrado que se opone al progreso y a la mo-vi-li-dad-sos-te-ni-ble que suponen las aceras-bici. Una convivencia, en definitiva, que no puede ser sino a costa de los peatones, a costa de que estos se resignen y acostumbren.

Otro factor que ha contribuido al aumento de las bicis por las aceras ha sido, precisamente, la construcción de las aceras-bici —me niego a denominarlos carriles-bici—. Podría parecer esto una contradicción pero no lo es. Cuando el ciclista circula por un carril y éste se termina o no le conviene seguir por él, lo hace por la acera, como una especie de derecho inducido que el ciclista se arroga: no hay carril, luego sigo por la acera. Es decir, se siente legitimado, y hasta envalentonado, para ir por la acera precisamente por la no-existencia de carril.

Me parece claro que la circulación de bicicletas por las aceras es inaceptable y que el Ayuntamiento tiene que erradicarla. Para ello propuse el día 18/10/2011 en un imeil dirigido al concejal de Circulación dos cosas:

1. Devolución a los peatones del espacio que se les arrebató con la construcción de las aceras-bici. No que se desmantelen éstas —con el pastón que debió de costar la monada— sino que queden como aceras, sin cambiar el pavimento —que, por cierto es más cómodo que el que habitualmente se utiliza para las aceras— tras las obras necesarias para ello, que no tienen por qué ser ni muchas ni muy costosas, obras tales como la eliminación de las señales verticales y de las señales pintadas en el suelo. Esto incluiría la restauración de los pasos de peatones íntegros para los peatones, quienes recuperaríamos la mitad perdida. Y

2. Vigilancia policial suficiente para evitar la circulación ciclista por las aceras, con las sanciones que correspondan en caso de incumplimiento.

No hace falta decir que no me han respondido del ¡¡¡Ay!!!untamiento, supongo que para seguir siendo fieles a su estilo de dar la callada por respuesta cuando ésta les pueda resultar incómoda, aunque sólo sea mínimamente. Y aquí es donde quiero que intervenga usted, señora Defensora, para que haga suya mi solicitud y la traslade al Ayuntamiento a fin de que éste repare una clara injusticia que se está cometiendo contra los peatones. Me parece un caso de manual para el cargo de defensor del ciudadano.

Atentamente,

Dionisio García

25/10/11

Propuesta de nuevas islas ecológicas

(Pincha en la imagen para ampliarla)

24/10/11

"Instrucciones para cruzar una calle con acera-bici"

1. Compruebe antes que el carril-bici no está "protegido" por una barrera, porque de ser así usted no podrá cruzar por donde quiera, sino solamente por donde los planificadores carrilbicistas hayan decidido permitirle.

2. Antes de cruzar, mire a la izquierda por si viene un coche.

3. Mire a la derecha, por si viene un coche por el otro lado.

4. Vuelva a mirar a la izquierda, por si ha aparecido un coche mientras miraba a la derecha.

5. Comience a cruzar la calzada. Mientras está cruzando, no abandone la vigilancia hacia los coches.

6. Antes de salir de la calzada, mire a la izquierda por si viene una bici por el carril. No pierda de vista los coches que ahora pueden estar viniendo también por su derecha.

7. Mire a la derecha, por si viene una bici por el otro lado.

8. Vuelva a mirar a la izquierda, por si ha aparecido alguna bici mientras miraba a la derecha.

9. Si aún no le ha atropellado un coche, salga de la calzada y cruce el carril-bici.

10. Al llegar por fin a la parte de acera que aún le queda, bese con reverencia el suelo al estilo Ioannes Paulus PP. II recién bajado del avión.

11. Repita la operación cuantas veces sea necesario a lo largo del dia.

12. Sea paciente, y entienda que todo ello es por la "movilidad sostenible", y para que los ciclistas puedan salvar el planeta.

Gracias por su colaboración, amado peatón.


(Vampirizado del blog de Txarli, 'El carril-bici es el opio del pueblo ciclista', del 03/05/2006).

21/10/11

Chistes municipales (2)

La presidente de la Comunidad visita uno de sus colegios de Alcorcón, acompañada del Concejal de la Educación. Éste se dirige a los niños y se entabla la siguiente cantinela:

   —A ver, niños, para la señora: ¿la 'b' con la 'i'?
   —Biii...
   —¿La 'c' con la 'i'?
   —Ciii...
   —Y ahora, todo junto.
   —¡Ca-rril-bi-ci-ya!


[Chiste adaptado de http://bicilibre.livejournal.com/2007/07/15/]

19/10/11

Carta al Concejal de Circulación


Transcribo la carta enviada ayer martes 18 por imeil al concejal de Circulación.

«Señor Concejal:

Es evidente que la circulación de bicicletas por las aceras ha aumentado en los últimos meses. "Por las aceras" hay que entenderlo en un sentido literal y en un sentido amplio. El sentido amplio es el que se refiere al que al haberse construido los carriles-bici... digo ¡vías ciclistas!, que les llaman, sobre las aceras han quedado parte de éstas usurpadas a los peatones, ha disminuido el espacio natural de circulación de estos.

El sentido estricto es el que significa que, ante la instalación de las susodichas aceras-bici —denominación sin duda más exacta que la de 'carriles-bici'—, ha habido un aumento de circulación por las aceras, circulación inducida por la idea interesadamente adoptada por los ciclistas de que allí donde no hay carril tienen derecho a utilizar la acera, incluso habiéndolo si les resultara más cómodo hacerlo. También es evidente que invadir las aceras en cualquiera de los dos sentidos mencionados es una agresión al peatón que ve disminuido lo que debe ser su espacio sagrado e inviolable, de uso exclusivo para él sin excusa ni pretexto ningunos.

Por todo ello solicito la devolución del uso en exclusiva de las aceras a los peatones, para lo que el Ayuntamiento debería, no voy a decir desmantelar las aceras-bici, sobre todo después del pastón que, cediendo a un cierto populismo, a la moda y a la presión del lobby ciclista, se debió de gastar el Ayuntamiento, pero sí cambiar el fin para el que se construyeron y volverlas al uso que tenían en su estado original, es decir el de aceras, naturalmente con algunas, pocas, obras necesarias de readaptación al uso peatonal, como podría ser la eliminación de señales verticales o pintadas en el carril o la reconstrucción de los pasos de peatones que en su día quedaron, por mor del vendaval carrilista y antipeatonal, divididos por la mitad; ya sabe usted: la mitad quedó para el paso de peatones y la otra para el de las bicicletas. Por otra parte, al desaparecer los carriles como tales, desaparecerían también las infames intersecciones actuales entre carriles y aceras. La devolución a su función original del espacio usurpado a los peatones haría, junto con las medidas de vigilancia necesarias por parte de la policía —es también una de sus funciones, ¿no?: la de hacer respetar el espacio de los peatones—, que despareciera la circulación ciclista por las aceras, pero, además, los peatones pasaríamos a recuperar unas zonas de acera cuyo pavimento, por su rugosidad, es muchísimo más cómodo para andar que el que se usa habitualmente en zonas peatonales.

Espero que se acepte mi propuesta, y le saludo atentamente,

Dionisio García

P. D. Por si es de su interés le remito a los comentarios sobre el mismo asunto publicados en mi blog:
http://blog-de-alcorcon.blogspot.com/»

Fin de la trascripción.


¡Bicicletas por las aceras, no!

17/10/11

Nueva señal de tráfico


Es un consejo, sunaorden, de los ayuntamientos
chupiguais, modelnos y enrollaos, o séase todos

14/10/11

¿Romeraína?

Según declaraciones de don Óscar Romera, Primer Teniente de Alcalde de Alcorcón, publicadas en La Vanguardia de 13/10/11, "el Ayuntamiento no sólo no sube las tasas sino que las congela y reduce", y, para ejemplo de esto último, pone el de las tasas de terrazas de veladores, que al haber ampliado la temporada, por la que se pagaban 177 euros (35,4 euros por mes: ¡pero por mesa, se le olvida decir!), de cinco meses, mayo a setiembre, a ocho, marzo a octubre, "cada hostelero tendrá que pagar 28 euros al mes" (sigue sin aclarar que por cada mesa autorizada). Es decir 224 por la temporada. "Estos son los datos y no son cuestionables", remacha (¿pontifica?). Las declaraciones de Romera parece que implican otras anteriores de la concejal socialista Marta Bernardo, quien debió de reprochar al gobierno municipal que subiera las tasas de 177 euros por la temporada del año natural a 224 por ocho meses. Don Óscar niega la mayor y dice que es que la tasa de 177 por el año natural "nunca entró en vigor y que ella [Bernardo] lo sabe", y que partir de ese importe es engañar a los alcorconeros, a los vecinos, a los comerciantes y al sursum corda.

Pero veamos quién engaña. Las tasas de 177 euros por mesa y temporada con duración del año natural fueron aprobadas por unanimidad en el pleno del mes de marzo de 2011. Que se llegaran a aplicar o no —probablemente no, por falta de tiempo: ¿a quién se le ocurre aprobar unas tasas en marzo para una temporada que el mismo acuerdo implicaba que empezaba en enero?— es lo de menos: lo cierto es que ahí estaban aprobadas y se tendrían que haber aplicado en el 2012 de no haberlas el actual gobierno municipal modificado en las condiciones dichas. Por tanto, es cierto: se ha pasado de unas tasas de 177 euros por mesa y temporada de 12 meses a 224 por la temporada de ocho meses, así es que el vicealcalde tergiversa y engaña. Por cierto, que el munícipe no aclara en la entrevista, o el periódico al menos no lo recoge, qué pasa con los cuatro meses de noviembre a febrero: ¿no pueden los amados hosteleros instalar terraza? ¿pueden pero con otras tasas? ¿con cuáles? ¿lo podrán hacer de gratis, por la cara?

Sea lo que sea de la disputa por las tasas —escaramuzas entre concejales, en todo caso—, en realidad me importa un comino cuánto les cobran o dejan de cobrar a sus amados hosteleros por las instalaciones de las terrazas. Lo que sí me importa es que parece que los partidos rivalizan por ver cual de ellos cobra menos a los bares por unas instalaciones que son fuente de problemas y graves molestias para los vecinos que tienen la mala suerte de padecer una terraza bajo o muy cerca de su casa y de sus ventanas. Parece como si fueran los ingresos que puedan obtener por las tasas lo único que les importara... bueno, eso y una posible clientela electoral por parte del lobby hostelero. Eso es lo único que parece importarles, y muy poco o nada la tranquilidad de los vecinos de los alrededores de esa clase de instalaciones. Discusión ridícula sí y, sobre todo, "denigran-te", como diría don Óscar.

P. S. El resto de la entrevista es, al igual que la parte que he comentado, un montón de chorradas, insidias, medias verdades, etc., en la línea de la perezina, que tampoco es cosa de perder el tiempo comentándolas.

13/10/11

Señor peatón


Recorte de imagen que me he permitido hacer del blog El carril-bici es el opio del pueblo ciclista (Txarli)

11/10/11

La perezina

Es una sustancia compuesta de: medias verdades; afirmaciones del tipo ahí queda eso y quien quiera que intente demostrar lo contrario; falta del sentido del ridículo; insidias; nacionalcatolicismo; propa-ganda; pero sobre todo, desfachatez, mucha desfachatez. El excipiente, la 'liberalina'. Se presenta bajo el formato de la valentía, de la sinceridad, del no tener pelos en la lengua, sin complejos o séase sin escrúpulos. Su consumo, aunque sea en dosis ínfimas, produce graves trastornos mentales, ideológicos, etc.
            Sus medios principales de distribución son periódicos locales llamados gratuitos, que se reparten en bares, centros de salud (¿a qué espera la Autoridad Sanitaria para intervenir?) etc.; blogs (como, por ejemplo: Madrid, SA —perezina en estado puro—; El blog de Perico —¿o es de Loreno o Lorena?—, cuyo autor, director de PP —promoción y propaganda, o de publicidad y propaganda, o de participación y propaganda... en fin algo así, pero, en todo caso, de propaganda—, es de una sumisión babosa a quien lo nombró; blog El Caca Llazo... en fin, estos son los principales distribuidores de la cosa).
            La perezina fue puesta en mercado en Alcorcón hace unos meses en sustitución de otra sustancia más blanda y del mismo laboratorio conocida como 'diazina'. Es un derivado ad hoc, para distribución local, de la no menos letal 'aguirreína', que se distribuye en la región madrileña —Teleaguirre, etc.— y que, a su vez, es un derivado de la 'aznarina', que cayó en desuso hace unos años, pero que amenaza con salir al mercado de nuevo bajo el nombre de 'rajoyina'. Que Dios nos ampare.

5/10/11

Más desfachatez

(Véase Coincidencia.)

Ahora, El Rostro Impenetrable ha dicho: "Las huelgas [de la enseñanza] atacan a la enseñanza pública". No se tienen noticias de que se le haya resquebrajado la cara: nada, ni una mínima grieta. No es que uno esté atento a todo lo que dice El Rostro Berroqueño, sino que es que lo sacan en los telediarios y no se puede evitar, salvo que lo incluyeran en el bloque de publicidad. Claro que, peor aún será el día que empiecen a echar las declaraciones dEl Rostro II: el alcalde (diputado y propagandista) de Alcorcón. Ahí os quiero ver: ¿quién lo aguantará?

4/10/11

Podría ser Alcorcón


Es una fotografía publicada hoy por El País, tomada en una calle de Madrid, pero podría, perfectamente, haber sido tomada, y aún retratando situaciones infinitamente peores, en muchas de las calles de Alcorcón.

3/10/11

¡Pobre de mí! (peatón)

Tomo la siguiente viñeta del blog Ciudad Ciclista, firmado por Chuparuedis, con su autorización. Es probable que, debido a la mala calidad de mi copia, no se advierta que los perseguidores son ciclistas. Pero aun así creo que merece la pena reproducir la viñeta.