14/6/11

Terrazas de veladores: el Psoe le deja hecho el trabajo sucio al Pp

Veamos en qué consisten estos trabajos sucios que el hasta ahora gobierno del Psoe de Alcorcón le ha dejado hechos al nuevo gobierno del Pp.

1. En el 2011, el Ayuntamiento, con el acuerdo del partido único opositor (Pp), aumentó las tasas por terrazas, un aumento, por otra parte, cuyos nuevos importes por mesa los bares habrían amortizado con los 10 ó 15 primeros clientes de la temporada que la ocuparan. Saldrían a algo más de 15 € por barba, lo cual, teniendo en cuenta los estacazos que suelen pegar en las terrazas —en muchas ocasiones, en verano, instaladas en aceras que echan fuego y bebidas que están calientes a los 5 segundos de servidas—, no me parece que tenga que consumir mucho cada uno. Pero es que, además, la subida de tasas los bares la repercutirían en los precios... sin menoscabo de la clientela, la cual, lo más habitual es que consista en personas que pagan lo que les pidan por una cerveza sólo por sentarse en una terraza, y hasta sospecho que cuanto más les pidan más satisfechos se quedan.
Pues bien, apenas habían entrado en vigor los nuevos precios, el Ayuntamiento los bajó, por unanimidad también, como los había subido, sólo que en esta ocasión, y según se vanaglorió el entonces candidato por el Upyd al Ayuntamiento, a iniciativa de este partido que no tenía entonces ningún concejal. ¡Qué monstruos los transversales!

2. Esta temporada se está viendo claramente cómo han aumentado las terrazas: bares que hasta ahora no las habían instalado lo han hecho este año por primera vez, y otros muchos que en años anteriores lo habían hecho han aumentado el número de mesas, supongo que sin muchas exigencias y rigor por parte del hasta ahora Ayuntamiento del Psoe —con una concejal de la IU en el gobierno—: "¿usted cuántas mesas quiere?"; "n, señor concejal"; "pues, venga, pase por ventanilla, pague las tasas que le señalen y ponga sus mesas"; "pero... ¡ejem!, señor concejal, ¿ni una más?"; "hoombreee... no vamos a ser tan estrictos: y, además, buen hostelero, ¿quien se va a enterar?, los vecinos no, desde luego, porque la licencia no se va exponer". El honrado hostelero hace lo que le han dicho y el concejal se queda murmurando: "y si algún vecino piensa de que se está infringiendo la ordenanza, que llame a la policía —¡que no vamos a inspeccionar de oficio!—, que levantará acta y se estudiará el caso... o no".

3. El año pasado se veía alguna que otra licencia expuesta —"visible desde el exterior", como establece la ordenanza—, bien es verdad que sin ajustarse la misma a los requisitos de la ordenanza, pero algo era. Este año, ni una: manga ancha, "así evitamos [concejal de antes] reclamaciones por parte de los sufridores vecinos, y si alguno tiene algo que decir que llame a la policía que nosotros no vamos etc. De paso, quizás así consigamos que el ciudadano interiorice la función policial".

4. Por último, aunque no es nada difícil que las cosas puedan empeorar con el nuevo y liberal gobierno, los bares de copas, que hasta ahora yo tenía entendido que eran incompatibles con las terrazas de veladores, esta temporada están instalando terrazas.

Y todo esto ¿para qué? Pues creo que para, cediendo al lobby hostelero, en nombre de la cultura de las terrazas, o séase del ruido y del botellón legal, arañar un puñado de votos en las últimas elecciones, puñado de votos que, en todo caso, no les sirvieron para evitar la apabullante victoria del Pp. ¿Y qué harán los nuevos? Yo creo que aprovecharse del desmadre de las terrazas sin atreverse a poner a los hosteleros en su sitio —¡y atentar contra su libertad!— y obligar a respetar los derechos de los vecinos, derechos tales como la tranquilidad en sus casas o el libre acceso a ellas sin tener que escurrirse, como un lenguado, entre las filas de mesas.

7/6/11

¡Ciclistas del 15-M, reivindicad!

Ayer entraron en un supermecado unos cuantos jóvenes pertenecientes (¿?), según creo que se declararon, al 15-M, quienes, cargados ellos de razón y tras cargar los carros de la compra —y nunca peor dicho lo de 'compra'— con los artículos que llevaban apuntados en listas, pretendían largarse sin pagar hasta que la autoridad competente se lo impidió, sin que al parecer tuviera mayores consecuencias la pueril travesura. Parece ser que el asunto iba de el reparto de los bienes necesarios, que están mal repartidos, dijeron.
            Pero a lo que yo en realidad voy, dado que esta absurda iconoclastia me tiene sin cuidado, es a una propuesta que entendí por la televisión que habían hecho los revolucionarios de Sol en una asamblea (¡!), consistente en reclamar mejor transporte público —algo con lo que estoy de acuerdo: ¿pero alguien podría no estarlo?— y más carriles bici. Y por esto sí que no paso. Los carriles bici, aparte de 'quitar', en sentido estricto, espacio a los peatones en las aceras, y además de la merma del espacio con infames intersecciones entre aceras y carriles, lo que está haciendo es aumentar la circulación de bicicletas... por las aceras, como ya estamos empezando a padecer en Alcorcón.
            Lo que yo les sugeriría a los indignados —los "indignados" con sus cosas, "indignados" por moda, porque yo también estoy empezando a indignarme con cosas como que a los peatones se nos esté echando de las aceras—, ya que son tan revolucionarios, es que reivindicaran la circulación de bicicletas por la calzada como su espacio natural y que obligaran a la autoridad competente a que facilitara esa circulación. Así es que venga, reivindicad la circulación de bicicletas por la calzada, y dejadnos en paz a los peatones, y ya de paso a lo mejor hasta conseguíais disminuir la circulación de coches. De momento, como no me fío nada de que hagáis lo que propongo ni estoy dispuesto a pasarme por la Puerta del Sol para unirme a asamblea ninguna, proclamo:


¡Bicicletas por las aceras, NO!

4/6/11

Campaña contra la circulación de bicis por las aceras

No soy un entusiasta ni mucho menos de las campañas de firmas contra o a favor de algo, de esas de los abajofirmantes, pero en esta ocasión he decidido hacer una excepción y he firmado en una en contra de la circulación de bicicletas por las aceras.

El nubarrón que amenaza con venírsenos encima a los peatones con la circulación por las aceras, no ya sólo por los carriles o aceras bici, que nuestro Ayuntamiento para no ser menos y entrar en el rollito, ha tenido a bien construir, sino por la amenaza de la Dirección de Tráfico de permitir la circulación por las aceras de un determinado ancho.

En la práctica, todo esto da un poco igual porque los ciclistas circulan por donde les pete, haya o no carril y cualquiera que sea el ancho de la acera. Pero, por si sirviera de algo, y aun sin estar de acuerdo punto por punto con el texto de la firma, lo he firmado, y animo a quienes quieren que las aceras sean de uso exclusivo de peatones; a quienes quieren que la acera sea territorio sagrado para los viandantes, sin trampas y sin ahora te corto un trozo de acera y mañana te solapo y te cruzo un carril bici, les animo a que lo firmen. Gracias. Copio el texto:

«Considerando que en los últimos años se han construido para los ciclistas cientos de kilómetros de carriles bici, muy a menudo en detrimento de zonas por las que podíamos caminar tranquilamente;

Teniendo en cuenta que, según declaraciones del Director General de Tráfico, los accidentes mortales que sufren los ciclistas son solo del orden de una docena al año en el contexto urbano, de modo que su victimismo no parece en absoluto justificado;

Teniendo en cuenta que, por el contrario, según se desprende de estudios realizados sobre el tema en el Reino Unido, si se considera el riesgo de muerte o traumatismo grave en caso de colisión, las bicicletas son como mínimo la mitad de peligrosas que los coches para los peatones;

Observando que las autoridades no quieren reconocer ese peligro porque las bicicletas se han convertido en un símbolo intocable de conciencia ecológica y buen rollito;

Conociendo la mayoría de nosotros a parientes o amigos que han sufrido traumatismos graves por chocar con ciclistas, y sospechando a partir de ahí que se nos está ocultando la magnitud del problema;

Resaltando la incomodidad que supone la obligación de acostumbrarse a ir por la acera mirando continuamente para atrás y dejando cierto espacio de seguridad al doblar las esquinas sin visibilidad por si apareciera una bicicleta a toda velocidad;

Estimando que los tres metros mínimos de acera que se quiere imponer como límite a los ciclistas para usar las aceras son una miseria, toda vez que, si restamos el metro de seguridad previsto para ellos junto a la fachada (que, por cierto, los peatones también respetamos instintivamente para no chocar con las personas que salen de los portales y con los vehículos que abandonan los garajes sin detenerse siquiera), y si descontamos también el espacio que ocupan en el otro extremo árboles, motos, publicidad y otros obstáculos, el resultado es un carril virtual de apenas un metro por el que los peatones deberemos caminar soportando timbres de ciclistas impacientes;

Habiendo constatado por otra parte que el problema no radica en los metros de acera, pues numerosos ciclistas tienen la mala costumbre de pasar rozándonos como una exhalación aunque la acera tenga diez metros y esté despejada,

Los PEATONES abajo firmantes exigimos:

1) Que se renuncie a permitir que los ciclistas transiten por las aceras de más de tres metros.

2) Que se haga cumplir la ley y se impongan multas elevadas a los ciclistas que usen las aceras.

3) Que, si la idea de permitirles usar las aceras de más de tres metros prospera, el Director General de Tráfico rinda cuentas y asuma públicamente su responsabilidad por las víctimas adicionales que habremos de lamentar».