28/2/11

¿Paracaidista?

No me acaba de convencer la representación como "paracaidista" que algunos hacen del —¡atención, paráfrasis!— candidato de la Presidente a la alcaldía de Alcorcón. Más adecuada me parece la imagen del susodicho como tarzán de la política.

En efecto, apenas cubierto con el taparrabos del liberalismo último modelo, al estilo de su novia-presidente Jane, descolgándose con una liana desde el barrio madrileño de Entrevías, ayudado en el impulso por el casi todopoderoso dedo de la citada, al tiempo que lanzaba su desgarrador grito antisocialista, aterrizó en Alcorcón, y desde entonces no ha dejado de golpearse el pecho, a modo de tambor y caja de resonancia proclamándose vencedor.

Desde entonces, también, el candidato-paráfrasis tiene a su alrededor una manada de chimpancés, estilo pedromoreno-chita, que no dejan de chillar y dar saltitos a su alrededor cada vez que al tarzán se le ocurre alguna monada entre la descalificación y el ridículo, celebrando la ocurrencia al tiempo que aspiran a un plátano de regalo.

Tal vez algún día veamos, a modo de cartelón publicitario de película, al mono principal, una mano cogida de la de tarzán y la otra con el plátano de premio, mientras Jane a su lado sonríe con su característica sonrisa... O no: tal vez lo que se vea es otro cartelón muy diferente: a Tarzán Pérez en el suelo —con restos de su taparrabos neoliberal—, habiendo calculado mal el impulso con alguna liana, sin haber advertido algún árbol interpuesto en su vuelo.

En este caso desaparecería el mono Chita, que además se quedaría sin su plátano, y estaría ya buscando otro tarzán ante el que mostrar su alborozo, y habría desaparecido también Jane, aunque no sé si su iron smile o más bien permanecería dibujada como en el aire, flotando, tras desaparecer su figura, al estilo del Gato de Cheshire.

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