28/2/11

¿Paracaidista?

No me acaba de convencer la representación como "paracaidista" que algunos hacen del —¡atención, paráfrasis!— candidato de la Presidente a la alcaldía de Alcorcón. Más adecuada me parece la imagen del susodicho como tarzán de la política.

En efecto, apenas cubierto con el taparrabos del liberalismo último modelo, al estilo de su novia-presidente Jane, descolgándose con una liana desde el barrio madrileño de Entrevías, ayudado en el impulso por el casi todopoderoso dedo de la citada, al tiempo que lanzaba su desgarrador grito antisocialista, aterrizó en Alcorcón, y desde entonces no ha dejado de golpearse el pecho, a modo de tambor y caja de resonancia proclamándose vencedor.

Desde entonces, también, el candidato-paráfrasis tiene a su alrededor una manada de chimpancés, estilo pedromoreno-chita, que no dejan de chillar y dar saltitos a su alrededor cada vez que al tarzán se le ocurre alguna monada entre la descalificación y el ridículo, celebrando la ocurrencia al tiempo que aspiran a un plátano de regalo.

Tal vez algún día veamos, a modo de cartelón publicitario de película, al mono principal, una mano cogida de la de tarzán y la otra con el plátano de premio, mientras Jane a su lado sonríe con su característica sonrisa... O no: tal vez lo que se vea es otro cartelón muy diferente: a Tarzán Pérez en el suelo —con restos de su taparrabos neoliberal—, habiendo calculado mal el impulso con alguna liana, sin haber advertido algún árbol interpuesto en su vuelo.

En este caso desaparecería el mono Chita, que además se quedaría sin su plátano, y estaría ya buscando otro tarzán ante el que mostrar su alborozo, y habría desaparecido también Jane, aunque no sé si su iron smile o más bien permanecería dibujada como en el aire, flotando, tras desaparecer su figura, al estilo del Gato de Cheshire.

27/2/11

Inasequible al ridículo

Don David Pérez, candidato de la Presidente madrileña a la alcaldía o el candidato que vivió en Campamento, nos vuelve a deleitar con su afición a hacer el ridículo. En efecto, en un párrafo de uno de sus últimos escritos nos cuenta: «Hasta mayo yo puedo denunciar y exigir, a partir de mayo cumpliré [sí, porque él ya se proclama vencedor: ni siquiera se permite un condicional cauto —y respetuoso— del estilo de: "Si los alcorconeros me otorgan su confianza"] estos compromisos en diálogo con los vecinos y comerciantes [...]». Se refiere a los comerciantes de los mercados "tradicionales".

Este señor no está en condiciones de "exigir" nada: cae en la ignorancia, muy común por otra parte, de confundir 'exigir' con 'reclamar'. O eso o es que quiere hinchar el pecho, cual Tarzán. Pero aunque se refiriera a 'reclamar', 'denunciar', 'pedir', etc. ¿en calidad de qué lo hará?, porque no es, que yo sepa, vecino de Alcorcón ni tiene puesto en mercado ninguno.

Por otra parte, ¿ahora se va a poner a reclamar? ¿acaso no han reclamado sus conmilitones concejales en estos años? ¿O es simple pose preelectoral?

Y sigue. En un comentario a su blog se muestra muy preocupado debido a que un comentarista crítico no se identifica con nombre y apellidos porque, por lo visto, necesita saber si tal comentarista está o no a sueldo del Alcalde; necesidad que no siente cuando los comentarios son a su favor, incluso hasta babosamente a su favor. ¿Pero qué más le dará a sueldo de quien esté el comentarista, si a sueldo del Alcalde o del aspirante? Lo que debería ocuparle son los argumentos —"argumentarios", dice él— de cada uno.

25/2/11

Crónica de un bici-disparate

Según dí cuenta en mi artículo del pasado lunes 21 —DGT: ¡que te zurzan!—, dicho organismo, si hemos de hacer caso a los medios, que, en vista de cómo se las gastan, a lo mejor es mucho caso hacer, se proponía modificar algunas normas de circulación, entre las que se contaba la de permitir la de bicicletas por las aceras de más de tres metros de ancho y siempre que lo hicieran a un metro como mínimo de la fachada. El anuncio debió de ser recibido con alborozo por colectivos ciclistas o por ciclistas individualmente. "Por fin", se debieron de decir, "vamos a poder circular con todas las de la ley por las aceras, sin que ningún quisquilloso e intolerante peatón, que no está dispuesto a admitir la milonga de la convivencia entre bicicletas y viandantes, es decir entre invasores e invadidos —echándole mucho valor y sin temor a nuestras iras jupiterinas— nos pueda mandar al cuerno por hacerlo y por pasarnos por el arco del triunfo la consideración al viandante. O séase que vamos a poder seguir haciendo lo que nos salga, como hemos hecho hasta ahora bajo la mirada indulgente de la autoridad, pero con la ley de nuestra parte". Algo así debieron de celebrar aquellos colectivos. (Bueno, vale, no se estrepite ningún representante de estos, aunque improbable lector de este blog: parte de ellos).

       Pero debió de ocurrir que, para contrariedad de los ciclistas (con loables excepciones; véanse blogs como: Bicicletas, ciudades, viajes... o El carril-bici es el opio del pueblo ciclista), surgieron protestas de viandantes, entre los que me encuentro, que considerábamos el proyecto como un atropello, otra vuelta de tuerca contra el peatón, que ve, una vez más, cómo la acera, que debería ser respetada como su espacio sagrado, se pretendía invadirla. Ante tales protestas, y quizás porque el anuncio de la medida fuera lo que los conspicuos dirigentes políticos suelen llamar, de forma algo idiota, "globo sonda", un ministro del gobierno de Su Majestad matizó —rectificó, lo que pasa es que Ellos, en un truco que usan mucho, lo llaman "matizar"— que no se trataba de eso sino de que las bicicletas podrían circular por esas aceras —de más de tres metros— siempre que lo hicieran por un carril-bici. Es decir que las bicis podrían circular... por los carriles-bici. Pero ¿en qué quedamos, señor Ministro de la cosa, señores dirigentes del Tráfico? ¿por la acera o por el carril-bici? Y es que me temo que lo que pasaría es que en las aceras reservarían un espacio para bicicletas a lo mejor pintando una simple raya en el suelo.

       En fin, de momento este disparate de empeñarse en legalizar la circulación de bicicletas por la acera o, truco, por la acera-bici o, truco más fino, por el carril-bici —a costa del peatón— no se sabe en qué va a quedar porque la cosa parece que, de momento, está parada, lo que significa que las bicicletas siguen, impunemente, circulando por las aceras. En Alcorcón, afortunadamente, el parque de bicicletas debe de ser pequeño, o al menos no circulan en gran número —¡chiiisss, que nadie se entere!—, con lo que, por ahora, se puede andar sin demasiado engorro por la acera, pero ya veremos.

             

Nota

Si he enlazado dos blogs, especializados en asuntos ciclistas, es porque en términos generales me parecen muy interesantes. Cuando los descubrí me llevé la gran sorpresa, más aun al estar escritos por ciclistas, de que reclamaban las bicicletas fuera de las aceras y la circulación por la calzada. En lo primero coincidimos plenamente. En lo segundo... ni coincidimos ni dejamos de coincidir porque mi reclamación se limita a las aceras para uso exclusivo del peatón sin que me meta, probablemente porque no soy ciclista, en por dónde deben circular las bicis: este asunto se lo dejo a los ciclistas y a otros más a quienes corresponda. Pero lo que sí tengo claro es que:


¡LAS ACERAS PARA LOS PEATONES!

¡BICICLETAS por las aceras, NO!

21/2/11

DGT: ¡que te zurzan!

La Dirección General de Tráfico (puede que la Dirección más importante entre todas las de la burocracia del estado —que serán unas cuantas—, dado el papel tan esencial de éste de ordenar algo de tanta enjundia como es el tráfico de, a su vez, algo de tanta importancia para el estado como los automóviles), más conocida como Degeté, podía haberse circunscrito, para la ordenación, otra más, a una medida tan razonable como la limitación a 30 km/h de la velocidad automovilística en ciudad. Velocidad máxima, por otra parte, que no tendría que impedir que en algunas zonas o calles fuera incluso inferior. Aparte de otros beneficios, uno que me parece claro de esta medida es el facilitar mucho la circulación de bicicletas por la calzada.
       Pero no. Insatisfechos con hacer las cosas bien y como si estuvieran pidiendo perdón a los coches por tal limitación y quizás tratando de compensarles, la han tenido que fastidiar y van a disponer que las bicicletas puedan circular por las aceras —en teoría por las de más de tres metros de ancho. De hecho, por cualquier acera—. Otra vuelta de tuerca en contra del peatón. Otro incordio más en contra de él, que verá asaltado, violado, usurpado lo que tendría que ser su territorio sagrado, territorio en el que el peatón tiene que ser señor.
       Por muy bien que intenten regular la circulación de las bicis por las aceras, y aun en el mejor de los casos en que las normas se cumplan, será un riesgo y una molestia para el peatón. Me pregunto, por ejemplo, y es sólo eso: un ejemplo de los muchos que se podrían poner, qué puede ocurrir en las esquinas, en las que te puede salir una bicicleta por un lado. (A mí hace unos años, creo que ya lo he contado en otra ocasión, me salió un mamarracho en moto por la acera al ir yo a dar la vuelta a una esquina: ¿que no es lo mismo una moto que una bici? De acuerdo, pero también estas pueden hacer mucho daño y pueden asustar de muerte).
       En Alcorcón han construido hace poco, de hecho creo que no han terminado aún, un carril-bici —acera-bici— monísimo, quitando terreno a las aceras, de diseño modernísimo, que apenas nadie utiliza (los domingos por la mañana, y poco más, algunas familias que pedalean unidas), no por nada sino porque apenas si hay afición y mucho menos aún como medio de transporte, a pesar de lo que el Ayuntamiento diga de integrar la bicicleta en la circulación y bla, bla, bla. Y menos mal que apenas hay bicicletas, porque esto será lo único que nos ponga a salvo a los peatones del disparate que, al parecer, está a punto de cometer la susodicha Degeté. Me adelanto a posibles justificaciones —ahórrense comentarios en este sentido—: en los países denuestroentorno ya se hace. Me la bufa semejante atentado contra el peatón, aunque ya se perpetre, si así es, en esos países.


¡¡¡LAS ACERAS PARA LOS PEATONES!!!

20/2/11

e = mc2


Descubra otro significado de la fórmula pasando el puntero del ratón sobre ella.

mc = e

19/2/11

Pasarela


Revista de prensa

Moda = Explotación


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6/2/11

El candidato de la Presidente ya tiene plata

Ante la certeza que un comentarista —hace unas semanas— en el blog de David Pérez (candidato de la Presidente madrileña a la alcaldía de Alcorcón) manifiesta sobre que "Vosotros [el Pp] es que tenéis dinero" para la pegada de carteles, don David contesta: "¡Ya nos gustaría tener dinero!".

Creo que procede felicitar al candidato porque a juzgar por como su partido ha puesto Alcorcón de propaganda de la campaña electoral es evidente que lo han conseguido: alguien ha debido de meter dinero a chorros. Unos cartelones con fondo azulón-pp a los que don David, sin corbata... o, por mejor decir, claramente descorbatado para la ocasión, asoma el careto y exhibe, también para la ocasión, alianza matrimonial.

¿Que no es campaña electoral sino precampaña porque no se pide el voto? Pues peor aún, porque es para echarse a temblar de la que nos espera en la campaña propiamente dicha.

5/2/11

Lección (modesta) de ecología

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